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La revolución del pantalón

Especial: Mujeres que se Ponen los Pantalones

Es complejo pensar que una prenda es símbolo de liberación y revolución, pero ¿qué pasaba en el mundo mientras las mujeres cambiaban la falda por los pantalones?

Desde su creación, el pantalón fue una prenda utilizada y asociada a los hombres, su representación en la sociedad era mostrar autoridad y virilidad. Se solía pensar que quien “llevaba los calzones” tenía el poder en el hogar, a pesar de que por sí este era territorio de las mujeres.

Aunque parezca increíble esta prohibición, fue real. En 1800 la jefatura de policía de París instauró una orden en la que se prohibía que las mujeres usen cualquier tipo de prenda masculina, entre ellas el pantalón.  Pero, ¿qué pasó entre ese entonces y la actualidad para que las mujeres podamos decidir libremente portar pantalones?

Era1850 y Amelia Bloomer, activista por los derechos de las mujeres, quiso incluir los pantalones en el guardarropa femenino, tomando como inspiración el traje turco, que se basaba en una camisa larga y pantalones holgados debajo de esta, su idea fue ridiculizada por la prensa estadounidense, lo que hizo que su intento fracasara y ella dejara la idea de lado.

Ya en la segunda guerra mundial, es importante comprender el contexto que se estaba viviendo: los hombres habían sido llamados al ejército para luchar, mientras que las mujeres, cuyo destino hasta ese entonces era quedarse en casa cuidando y criando a sus hijos, poco a poco tuvieron que incorporarse a la vida afuera del hogar para reemplazarlos.

Así es, la guerra las llevó a ocupar el lugar de sus esposos en las fábricas, donde se les repartió sus uniformes, compuestos por pantalones y camisas que resistían al trabajo manual. En sintonía con lo que se estaba viviendo en este caótico contexto, el pantalón empezó a tomar fuerza gracias a las estrellas de Hollywood  Katherine Hepburn y Marlene Dietrich que lo usaron, enfrentándose a un gran escándalo público. Llega la década de los 50’s y poco a poco esa concepción errónea de que esta prenda estaba reservada únicamente para los hombres, empieza a desaparecer.

Sin embargo, la sociedad aún no se encontraba preparada para permitir que las mujeres tuvieran autonomía sobre su estilo y no era bien visto usar pantalón, básicamente iba en contra de la burguesía europea que juzgaba a todas las que se atrevían a cambiar su falda por un par de pantalones. Pero, la idea de criticar nace de un sistema estereotipado y sesgado por el rol impuesto a las mujeres. A muchos y a muchas les enseñaron sobre lo que “está bien” y lo que “está mal”, lo que se debe aplaudir, y aquello que es mejor ridiculizar.

En la década de los 60’s empieza la revolución de la vestimenta femenina y muchas ya usaban usaban sus pantalones sin importar lo que dijeran los demás. No obstante, el auge de esta prenda fue en 1966 cuando la marca Yves Saint Laurent llegó para sorprender a la aristocracia y sacó el primer traje para mujeres. El pantalón finalmente apareció en las vitrinas de las tiendas más lujosas. Definitivamente, un atuendo que gritaba poder e independencia.

Por otro lado, Coco Chanel hizo de las suyas, como siempre, y le agradecemos por eso. Por medio de sus diseños popularizó el uso de pantalones y trajes en toda Europa, llevando este estilo a mujeres de todas las clases sociales. Ella apostó por la elegancia y la comodidad, diseñando así prendas fáciles de llevar para una mujer activa y trabajadora, con ansias de libertad.

Finalmente, en la década de los 70´s Hollywood y el movimiento hippie protagonizaron la moda de los pantalones y los jeans femeninos, dando paso a una nueva era en el closet de la mujer, las portadas de las revistas más famosas del mundo resaltaban a modelos con pantalón. Lo cierto es que desearíamos que este artículo termine aquí, con un aparente final feliz para nosotras, pero en la práctica esta historia va más allá de una simple prenda. De alguna forma, representa los estándares bajo los cuáles las mujeres hemos tenido que encajar en busca de aceptación o mejor dicho, de aprobación, incluso en el vestir.

La trascendencia del pantalón femenino radica en la incomodidad de aquellos que hablaban en voz baja cuando veían a un grupo de estudiantes mujeres vistiendo jeans mientras pensaban que la sociedad es permisiva con ellas. Reside en la inconformidad de empresarios observando con indignación a mujeres vestidas como ellos. Está en mujeres y hombres que, apuntando con el dedo, indicaban cómo jamás permitirían que sus hijas vistieran. Pero, sobre todo toma relevancia y permanece, en la revolución de las que se han puesto los pantalones durante décadas, sin importar lo que dictamine la sociedad.

 

 

 

Escrito por: Abigail Castro x Mil Colores

Fuentes principales:

Vogue

El País

Researchgate

La revolución del pantalón

Especial: Mujeres que se Ponen los Pantalones

Es complejo pensar que una prenda es símbolo de liberación y revolución, pero ¿qué pasaba en el mundo mientras las mujeres cambiaban la falda por los pantalones?

Desde su creación, el pantalón fue una prenda utilizada y asociada a los hombres, su representación en la sociedad era mostrar autoridad y virilidad. Se solía pensar que quien “llevaba los calzones” tenía el poder en el hogar, a pesar de que por sí este era territorio de las mujeres.

Aunque parezca increíble esta prohibición, fue real. En 1800 la jefatura de policía de París instauró una orden en la que se prohibía que las mujeres usen cualquier tipo de prenda masculina, entre ellas el pantalón.  Pero, ¿qué pasó entre ese entonces y la actualidad para que las mujeres podamos decidir libremente portar pantalones?

Era1850 y Amelia Bloomer, activista por los derechos de las mujeres, quiso incluir los pantalones en el guardarropa femenino, tomando como inspiración el traje turco, que se basaba en una camisa larga y pantalones holgados debajo de esta, su idea fue ridiculizada por la prensa estadounidense, lo que hizo que su intento fracasara y ella dejara la idea de lado.

Ya en la segunda guerra mundial, es importante comprender el contexto que se estaba viviendo: los hombres habían sido llamados al ejército para luchar, mientras que las mujeres, cuyo destino hasta ese entonces era quedarse en casa cuidando y criando a sus hijos, poco a poco tuvieron que incorporarse a la vida afuera del hogar para reemplazarlos.

Así es, la guerra las llevó a ocupar el lugar de sus esposos en las fábricas, donde se les repartió sus uniformes, compuestos por pantalones y camisas que resistían al trabajo manual. En sintonía con lo que se estaba viviendo en este caótico contexto, el pantalón empezó a tomar fuerza gracias a las estrellas de Hollywood  Katherine Hepburn y Marlene Dietrich que lo usaron, enfrentándose a un gran escándalo público. Llega la década de los 50’s y poco a poco esa concepción errónea de que esta prenda estaba reservada únicamente para los hombres, empieza a desaparecer.

Sin embargo, la sociedad aún no se encontraba preparada para permitir que las mujeres tuvieran autonomía sobre su estilo y no era bien visto usar pantalón, básicamente iba en contra de la burguesía europea que juzgaba a todas las que se atrevían a cambiar su falda por un par de pantalones. Pero, la idea de criticar nace de un sistema estereotipado y sesgado por el rol impuesto a las mujeres. A muchos y a muchas les enseñaron sobre lo que “está bien” y lo que “está mal”, lo que se debe aplaudir, y aquello que es mejor ridiculizar.

En la década de los 60’s empieza la revolución de la vestimenta femenina y muchas ya usaban usaban sus pantalones sin importar lo que dijeran los demás. No obstante, el auge de esta prenda fue en 1966 cuando la marca Yves Saint Laurent llegó para sorprender a la aristocracia y sacó el primer traje para mujeres. El pantalón finalmente apareció en las vitrinas de las tiendas más lujosas. Definitivamente, un atuendo que gritaba poder e independencia.

Por otro lado, Coco Chanel hizo de las suyas, como siempre, y le agradecemos por eso. Por medio de sus diseños popularizó el uso de pantalones y trajes en toda Europa, llevando este estilo a mujeres de todas las clases sociales. Ella apostó por la elegancia y la comodidad, diseñando así prendas fáciles de llevar para una mujer activa y trabajadora, con ansias de libertad.

Finalmente, en la década de los 70´s Hollywood y el movimiento hippie protagonizaron la moda de los pantalones y los jeans femeninos, dando paso a una nueva era en el closet de la mujer, las portadas de las revistas más famosas del mundo resaltaban a modelos con pantalón. Lo cierto es que desearíamos que este artículo termine aquí, con un aparente final feliz para nosotras, pero en la práctica esta historia va más allá de una simple prenda. De alguna forma, representa los estándares bajo los cuáles las mujeres hemos tenido que encajar en busca de aceptación o mejor dicho, de aprobación, incluso en el vestir.

La trascendencia del pantalón femenino radica en la incomodidad de aquellos que hablaban en voz baja cuando veían a un grupo de estudiantes mujeres vistiendo jeans mientras pensaban que la sociedad es permisiva con ellas. Reside en la inconformidad de empresarios observando con indignación a mujeres vestidas como ellos. Está en mujeres y hombres que, apuntando con el dedo, indicaban cómo jamás permitirían que sus hijas vistieran. Pero, sobre todo toma relevancia y permanece, en la revolución de las que se han puesto los pantalones durante décadas, sin importar lo que dictamine la sociedad.

 

 

 

Escrito por: Abigail Castro x Mil Colores

Fuentes principales:

Vogue

El País

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